TENER UN HIJO ALBINO EN ÁFRICA



Fatoumata no sabía que su hijo seria albino. Nadie le explico que en África uno de cada 50.000 habitantes puede nacer con esta  condición genética. En su escuela no le hablaron sobre los negros que nacen blancos. Jamás oyó que el albinismo es la ausencia en la piel, ojos y pelo de una sustancia llamada melanina. No sabe que su pequeño Essien tiene muchas posibilidades de contraer cáncer de piel y que, posiblemente, acabe siendo ciego.


Pero eso no es lo peor. Su hijo corre el riesgo de ser raptado y vendido a trozos: cuatrocientos dólares por una mano, y hasta 65.000 dólares por el juego entero: las cuatro extremidades, los genitales, las orejas, la lengua y la nariz. Por suerte el pequeño no ha nacido en Tanzania,  donde sus habitantes creen que los albinos son seres mágicos que dan buena suerte y protegen de los maleficios, por eso trafican con ellos. 


Cuando Fato  toca la piel rosada de su niño empieza a sentirla arrugada, seca… Pronto  descubre  pequeñas manchas… En la Puesta Sanitaria le han dicho que no está enfermo, que el exceso de sol y la falta de pigmentación le producen pecas,  por eso es mejor que no lo saque a la calle al mediodía. Le han aconsejado que lo vista con ropa de manga larga, sombrero, gafas oscuras.


En el pueblo dicen que  eso le pasa por ir con hombres blancos, pero ella asegura que nunca estuvo con ninguno. En su país, Mali, cuando las mujeres embarazadas  se cruzan con un albino lo evitan, algunas se tiran al suelo para que el espíritu no se meta en la barriga e infecte al bebé.  A Fatoumata eso le parecían supercherías…


ONGs como Tanzania Albino Centre, dirigida por un hombre de raza negra llamado Frank Alphonse o Afrikaanse Albinos están haciendo que la situación empiece a cambiar. Aún así hay cifras escalofriantes: en Tanzania en los últimos seis años más de  68  albinos han sido asesinados. 


Entre las personas que luchan por los derechos de los albinos destaca una mujer,  Nomasonto Mazibuko, directora de la Asociación de Albinismo de Sudáfrica Nomasonto . Ella es albina y como buena africana cuenta historias increíbles como la creencia popular que los albinos son inmortales o  que simplemente se esfuman.


Junto a ella el cantante de pop Salif Keita, de Malí, tambien albino. Al nacer fue repudiado por su familia, hoy es una de las mejores voces de África. Responsable de la Organización  The Saif Keita Global Fundation,  trabaja en el continente africano para proteger y mejorar la vida de los albinos, para que no se apaguen estas pequeñas luces blancas de África y tengan una vida digna.


Mucho trabajo por hacer en un continente que repudia a los llamados “hijos de la Luna”. Los ancianos cuentan que nadie recuerda haber asistido al funeral de un albino.




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estherroig

Periodista, interesada en temas sociales Fundadora y presidenta de la ONGD MENUTS DEL MÓN, www. http://www.menutsdelmon.org/. Gerente del Centre Intercultural , www.http://centreintercultural.menutsdelmon.org/